Historía

Historia de la cera

Las velas se han usado siempre en la Iglesia como un símbolo de la luz de Cristo.
Los primeros cristianos, celebraban misa en las catacumbas a la luz de las velas y ellas nos recuerdan como fue el inicio del cristianismo. El padre William Saunders explica que existen pruebas de que se encendían velas o lámparas de aceite en las tumbas de los santos, concretamente de mártires, ya en los años 200, y ante reliquias e imágenes sagradas a partir de los años 300.
La Instrucción General del Misal Romano (IGMR) dice: “Colóquense en forma apropiada los candeleros que se requieren para cada acción litúrgica, como manifestación de veneración o de celebración festiva, o sobre el altar o cerca de él”.
Además de ofrecernos una meditación en torno a la luz, también es destacable que las velas de la Iglesia católica están elaboradas tradicionalmente con cera de abeja. Según la Enciclopedia Católica “la cera pura extraída por las abejas de las flores simboliza la carne pura de Cristo recibida de su Madre, la mecha simboliza el alma de cristo y la llama representa Su divinidad “.
El requisito de usar velas que estén, al menos parcialmente, elaboradas con cera de abeja, sigue presente en la Iglesia por respeto a esta antigua simbología.

Representación de la Vela

Cada color tiene una representación histórica
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